lunes, 3 de diciembre de 2018

La Revolución húngara de 1956


La Revolución húngara de 1956​ (en húngaro, 1956-os forradalom o 1956-os felkelés) fue un movimiento revolucionario espontáneo de alcance nacional contra el gobierno de la República Popular de Hungría y sus políticas impuestas desde la Unión Soviética, que duró desde el 23 de octubre hasta el 10 de noviembre de 1956.
  1.  Construcción del socialismo.
En 1945, la Unión Soviética de Stalin y el Oeste democrático celebraron juntos su triunfo común sobre la Alemania nazi y sus aliados. Durante un breve periodo de tiempo, parecía que el futuro de Europa sería determinado por la voluntad común y los principios democráticos que las partes mutuamente profesaban. Los Estados Unidos temían que la Unión Soviética, el país dotado del ejército de tierra más potente del mundo, acabara ocupando y bolchevizando a toda Europa.
La guerra fría aceleró los planes soviéticos, probablemente ideados anteriormente, de transformar los Estados de Europa Central y Oriental según el modelo soviético. Entre 1947 y 1949, transcurridos algunos años de democracia limitada, los comunistas húngaros también asumieron el poder. Mátyás Rákosi, Ernő Gerő, Mihály Farkas, József Révai y sus compañeros iniciaron la llamada construcción del socialismo.
Resultado de imagen de Mátyás Rákosi, Ernő Gerő, Mihály Farkas, József Révai

De izq a der: Rajk László, Gerő Ernő, Kossa István, Kovács István, Kádár János, Rákosi Mátyás, Révai József és Nagy Imre

Se implantó una política económica centralizada, basada en directivas de planificación, para alcanzar los principales objetivos: una inmensa industria pesada, puesta al servicio de los preparativos bélicos, y un sector agropecuario cooperativista, siguiendo el modelo soviético. A la vida cultural se le encomendó la educación comunista y la movilización para fines políticos, al tiempo de reiterar continuamente la superioridad de la Unión Soviética.
Entre finales de los años 40 y 1956, más de 40.000 húngaros fueron encarcelados por razones políticas, y medio millar fueron ejecutados. Decenas de miles de personas fueron internadas o deportadas de su domicilio. El número de los condenados por algún conflicto con la dictadura económica ascendió a cientos de miles. La represión afectó directamente a más de un millón de ciudadanos.
En marzo de 1953, Stalin falleció. Rákosi se vio obligado a renunciar como Jefe de Gobierno a favor de Imre Nagy, otro antiguo comunista fiel a Moscú. Sin embargo, a finales de los 40, Nagy había levantado la voz contra la sovietización forzada y violenta. A principios de la primavera de 1955, Nagy fue destituido con la colaboración soviética, tal como había asumido el poder en verano de 1953.La sociedad húngara asumió la caída de Nagy con desilusión y resignación, mientras que los acontecimientos de la vida internacional los recibió con confianza y esperanza. A finales del año fue expulsado del Partido, aunque – en señal de los nuevos tiempos – sin ser detenido, ni condenado en el marco de un juicio político.
En 1955 se celebró el Tratado de Varsovia, en virtud del cual los ejércitos de Europa Oriental fueron puestos bajo la comandancia de la Unión Soviética. La histeria anticomunista en los Estados Unidos llega entonces a su apogeo.
Resultado de imagen de tratado de varsovia 1955
    El tratado fue firmado en Varsovia (Polonia) el 14 de mayo de 1955 por Albania, Bulgaria, Checoslovaquia (hoy República Checa y Eslovaquia), República Democrática de Alemania (en la actualidad parte de la reunificada República Federal de Alemania), Hungría, Polonia, Rumania y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)

  2.  Estallido de la revolución.

En la tarde del 23 de octubre de 1956 doscientos mil vecinos de Budapest salieron a las calles para celebrar una manifestación pacífica que expresara su afán de libertad, democracia e independencia nacional. La dirección del Partido Comunista, depositario efectivo del poder político, rechazó las demandas de la manifestación, y respondió con violencia armada.
  1. Resultado de imagen de hungria tras la revolucion de 1956

En la mañana del 24 de octubre por la radio se impuso la prohibición de reunión y el toque de queda, así como la ley marcial. Se comunicó que el Gobierno había pedido el despliegue de tropas soviéticas para restablecer el orden. Los tanques soviéticos aparecieron en Budapest al amanecer del 24 de octubre. La intención era recurrir a la “demostración temible”, táctica adoptada con éxito durante la sublevación de Berlín de 1953. Pero todo fue en vano, porque los ya varios miles de manifestantes, que habían adquirido armas la noche anterior, entablaron la lucha.
Desde el 24 de octubre se sucedieron huelgas políticas generales de manera espontánea, primero en Budapest y después en todo el país. A partir del 23 de octubre se celebraron manifestaciones y desfiles en las ciudades provinciales y en las localidades. Una parte de los líderes locales huyó, mientras que los demás procuraron unirse a la revolución. En muchos lugares se constituyeron Comités Nacionales Revolucionarios para asumir el poder local.
Imre Nagy reaccionó entonces más rápida y decididamente. El 30 de octubre anunció la abolición del monopartidismo y, al efecto de tomar decisiones, constituyó un pequeño gabinete que aglomeraba a los partidos de coalición de 1945.
Con mucha anterioridad a la revolución, Imre Nagy había reconocido lo trascendente que era el ideal de la independencia nacional, y era partidario de que Hungría existiera fuera del bloque. En aquel entonces, todavía no pensaba en la realización práctica. En su discurso que pronunció ante el Parlamento el 31 de octubre, anunció que había entablado negociacionespara abandonar el Tratado de Varsovia. Este paso afectó a cuestiones fundamentales de la política y del equilibrio internacionales.

  3.  Hungría tras la revolución.
La revolución y guerra de independencia de 1956 fueron derrotadas. No se consiguió ni la independencia del país, ni un orden interno plural y democrático que respetara los derechos humanos y cívicos. Al mismo tiempo, es innegable que la Hungría de Kádár, una vez finalizados los años de la venganza, gozó de unas condiciones de vida más humanas y llevaderas que las de la época prerrevolucionaria. A raíz de la “legitimación del bienestar” de Kádár, el nivel de vida aumentó y la población vivía en un bienestar y seguridad financiera relativamente adecuados.
 Se puso fin a la guerra contra toda la sociedad, característica por excelencia de los años 50 en Hungría. El despotismo de Rákosi no fue sustituido por un régimen democrático, pero se permitió que la sociedad húngara despolitizada gozara de una libertad relativamente amplia en su vida privada.
Resultado de imagen de hungria tras la revolucion de 1956
Bibliografía
·         La revolución y guerra de independencia de 1956 Attila Szakolczai
·         Revolución húngara de 1956, Historia Siglo XX.org
·         La revolución húngara de 1956: El carácter políticio y la organización social María Dolores Ferrero Blanco

2 comentarios:

  1. La Revolución HÚngara es un tema sobre ele que no se ha escrito mucho, pero que no deja a nadie indiferente. Ejemplo también de cómo no hacer según qué cosas.

    ResponderEliminar
  2. Buen trabajo sobre Hungría, otro país importante en la etapa de la guerra fría.

    ResponderEliminar

CONTEXTUALIZACIÓN GENERAL DE LOS PAÍSES QUE FORMABAN EL BLOQUE DEL ESTE

Se denomina bloque del Este (bloque Soviético, Comunista u Oriental) al conjunto de países socialistas, que, entre finales de la II Gu...